sábado, 7 de abril de 2012

Daytona Beach



Daytona Beach es un pueblo de la costa este de Florida, situado a 45 min hacia el norte desde Cabo Cañaveral. Vicente lo recomendó como el Benidorm de Florida y hacía allí fuimos al salir de la Nasa.
Es el pueblo donde van todos los jóvenes spring breakers del país así que íbamos preparados para ver lo más elegante del país... (spring break es como la semana santa de aquí, pero en versión no religiosa y donde todos se ponen morados de beber cerveza con embudo).

Habíamos reservado habitación para dos en el motel Grand Prix, regentado por un pakistaní fan del Barça bastante pesado. Ainara y yo fuimos disimuladamente a hacer el checking mientras Ico y Toni se congelaban (por la noche hace fresco)en a calle esperando una oportunidad para colarse sin ser vistos (y sin pagar).




El motel era precioso, una decadencia sublime, un lujo cutre espectacular a primera fila del mar, con una piscina llena de rednecks tocando la guitarra en la piscina chuzos perdidos.
Tenían el servicio de barbacoa disponible para todos los clientes, y nos quedamos maravillados de ls llamas de aerografo que ardian dibujadas en la piedra. Marvelous.

Gran prix motel, Daytona Beach FL

Una vez instalados salimo de excursion para admirar miles de neones en formas despanpanantes. edificios gigantescos de color pastel, delfines saliendo del cemento y tiendas de souvenirs de moteros de 2 plantas con bellas camisetas decoradas al instante con aerógrafo en colores flúor.

No pudimos evitar parar delante el Starlite Dinner, un restaurante estilo dinner americano de los 50, que parecia una gran caravana metalica y donde nos pusimos hasta el culai de fritanga yanki; patatas onduladas, onion rings de categoría y vasos (de plástico, como todo el estado, no sigui cas que els trenquin) de cocacola extradulce de 2 litros. Ese sitio parecía mas auténtico que los que están abriendo ahora por España.




Como buenos guiris que somos tiramos medio carrete de fotos dentro el restaurante ante la impasividad de las camareras que les importaba un pito todo (aunque bien se llevaron su 15% de propina).


Después de cenar decidimos hacer algo nuevo en este viaje: andar!
Todo se concentra en una sola calle, donde la mayoría son tiendas de souvenirs made in china, luces de neón, burger kings y moteros. Nos sentíamos como en la escena cuando Michael J.Fox viaja al futuro...
Acabamos al lado del mar donde una gran noria se iluminaba al ritmo de los mejores hits del bakalao autóctono e intentamos sacarnos una foto en un fotomatón analógico que desgraciadamente no iba. Nos dimos cuenta que dos patinadores hacía rato que nos seguían, debemos parecerlos muy exóticos con nuestras pintas...


Decidimos que teniamos que ir a tomar algo porque era fin de semana así que averiguamos cual era la calle de los bares y hacia allí fuimos. La media de edad eran 21 años y todos iban super extremos de my super sweet sixteen. Un coche de raperos con ruedas gigantes llevaba la música a toda pastilla (estilo Pimp my ride) y nos iba siguiendo por el pueblo o eso nos pareció. Acabamos en un bar de deportes (es como le llaman a un bar normal que parece un pub y tiene mesas de billar y dardos), donde nos pidieron el dni para entrar (no es que parezcamos jóvenes pero lo hacen por ley).
La verdad es que te venden esto como si fuera el no va más pero en cualquier pueblo de España hay más bares y diversión por metro cuadrado que aquí. La calle de los bares eran 5 o 6 bares como mucho.

Al día siguiente nos despertamos pronto y fuimos a desayunar a un restaurante local que según su slogan hacían los mejores breakfast de la ciudad, y tenían toda la razón!
Estamos acostumbrándonos a desayunar como los yankis; plato con huevo, bacon, salchicha, pan, mantequilla, viva el colesterol! Lo peor es que ellos lo hacen cada día... Nosotros volveremos al croissant europeo pronto.


Este sitio tenia versiones mas ligeras que a estas alturas del viaje se agradecen. De hecho vamos como locos buscando fruta en los supermercados, y a pesar de que Florida es conocido como el estado de las naranjas pocas hemos visto... Eso si, en todos los restaurantes te ofrecen zumo de naranja (industrial).

 




Pero volvamos a Daytona; no podíamos irnos sin hacer una foto a esta señorita de cartón piedra nadando encima el porche de esta maravillosa tienda de bañadores estilo antiguo. 



Después de visitar unas cuantas tiendas de moteros (son tan duros que van sin casco, no es obligatorio en Florida) y pasar por delante unos cuantos minigolfs tikis y moteles temática vikinga emprendimos la vuelta hacia Orlando.


 




Podéis ver más fotos aquí


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