Daytona Beach es un pueblo de la costa
este de Florida, situado a 45 min hacia el norte desde Cabo
Cañaveral. Vicente lo recomendó como el Benidorm de Florida y hacía
allí fuimos al salir de la Nasa.
Es el pueblo donde van todos los
jóvenes spring breakers del país así que íbamos preparados para
ver lo más elegante del país... (spring break es como la semana
santa de aquí, pero en versión no religiosa y donde todos se ponen
morados de beber cerveza con embudo).
Habíamos reservado habitación para dos
en el motel Grand Prix, regentado por un pakistaní fan del Barça
bastante pesado. Ainara y yo fuimos disimuladamente a hacer el
checking mientras Ico y Toni se congelaban (por la noche hace
fresco)en a calle esperando una oportunidad para colarse sin ser
vistos (y sin pagar).
El motel era precioso, una decadencia
sublime, un lujo cutre espectacular a primera fila del mar, con una
piscina llena de rednecks tocando la guitarra en la piscina chuzos
perdidos.
Tenían el servicio de barbacoa
disponible para todos los clientes, y nos quedamos maravillados de ls
llamas de aerografo que ardian dibujadas en la piedra. Marvelous.
Una vez instalados salimo de excursion
para admirar miles de neones en formas despanpanantes. edificios
gigantescos de color pastel, delfines saliendo del cemento y tiendas
de souvenirs de moteros de 2 plantas con bellas camisetas decoradas
al instante con aerógrafo en colores flúor.
No pudimos evitar parar delante el
Starlite Dinner, un restaurante estilo dinner americano de los 50,
que parecia una gran caravana metalica y donde nos pusimos hasta el
culai de fritanga yanki; patatas onduladas, onion rings de categoría
y vasos (de plástico, como todo el estado, no sigui cas que els
trenquin) de cocacola extradulce de 2 litros. Ese sitio parecía mas
auténtico que los que están abriendo ahora por España.
Como buenos guiris que somos tiramos
medio carrete de fotos dentro el restaurante ante la impasividad de
las camareras que les importaba un pito todo (aunque bien se llevaron
su 15% de propina).
Después de cenar decidimos hacer algo
nuevo en este viaje: andar!
Todo se concentra en una sola calle,
donde la mayoría son tiendas de souvenirs made in china, luces de
neón, burger kings y moteros. Nos sentíamos como en la escena cuando
Michael J.Fox viaja al futuro...
Acabamos al lado del mar donde una gran
noria se iluminaba al ritmo de los mejores hits del bakalao autóctono
e intentamos sacarnos una foto en un fotomatón analógico que
desgraciadamente no iba. Nos dimos cuenta que dos patinadores hacía
rato que nos seguían, debemos parecerlos muy exóticos con nuestras
pintas...
Decidimos que teniamos que ir a tomar
algo porque era fin de semana así que averiguamos cual era la calle
de los bares y hacia allí fuimos. La media de edad eran 21 años y
todos iban super extremos de my super sweet sixteen. Un coche de
raperos con ruedas gigantes llevaba la música a toda pastilla (estilo
Pimp my ride) y nos iba siguiendo por el pueblo o eso nos pareció.
Acabamos en un bar de deportes (es como le llaman a un bar normal que
parece un pub y tiene mesas de billar y dardos), donde nos pidieron
el dni para entrar (no es que parezcamos jóvenes pero lo hacen por
ley).
La verdad es que te venden esto como si
fuera el no va más pero en cualquier pueblo de España hay más
bares y diversión por metro cuadrado que aquí. La calle de los
bares eran 5 o 6 bares como mucho.
Al día siguiente nos despertamos
pronto y fuimos a desayunar a un restaurante local que según su
slogan hacían los mejores breakfast de la ciudad, y tenían toda la
razón!
Estamos acostumbrándonos a desayunar
como los yankis; plato con huevo, bacon, salchicha, pan, mantequilla,
viva el colesterol! Lo peor es que ellos lo hacen cada día...
Nosotros volveremos al croissant europeo pronto.
Este sitio tenia versiones mas ligeras
que a estas alturas del viaje se agradecen. De hecho vamos como locos
buscando fruta en los supermercados, y a pesar de que Florida es
conocido como el estado de las naranjas pocas hemos visto... Eso si,
en todos los restaurantes te ofrecen zumo de naranja (industrial).
Pero volvamos a
Daytona; no podíamos irnos sin hacer una foto a esta señorita de
cartón piedra nadando encima el porche de esta maravillosa tienda de
bañadores estilo antiguo.
Después de visitar unas cuantas tiendas de moteros (son tan duros que van sin casco, no es obligatorio en Florida) y pasar por delante unos cuantos minigolfs tikis y moteles temática vikinga emprendimos la vuelta hacia Orlando.
Podéis ver más fotos aquí.
me gusta
ResponderEliminarMe lo paso superbien leyendo este blog, reality de Mtv YA!
ResponderEliminara mi también me gusta
ResponderEliminar¿os ha gustado a vosotros?
caaaaaaaaaaaabrones!
muaKKKs